Disco duro externo SSD, HDD o memoria flash. ¿Cuál te va mejor?

Necesitas más espacio para tus archivos y no sabes si decidirte por un disco duro externo tradicional (HDD), una unidad de disco de estado sólido (SSD) o una memorias flash. Te ayudamos a elegir cuál es el que mejor se adapta a tus necesidades. Quédate hasta el final y verás por cuál nos hemos decantado nosotros.

Lo primero que tienes que hacerte son las siguientes preguntas. Dependiendo de la respuesta puedes tener una idea del tipo de almacenamiento que más te conviene.

En particular, cuando vas a elegir un disco duro externo, nosotros recomendamos que te fijes en tres variables: capacidad de almacenamiento, velocidad y, evidentemente, en tu presupuesto. Analiza bien el uso que le vas a dar, lo que necesitas realmente y junto con esas tres variables te decidas por uno u otro.

Capacidad de almacenamiento

Podría decirse que la especificación más importante a considerar al comprar una unidad externa o un disco duro es el espacio de almacenamiento. No es una buena idea comprar un disco duro de alta velocidad para tu Macbook, con cifrado y acceso remoto si no es lo suficientemente grande como para almacenar toda la información que necesitas. Dicho esto, tampoco quieres pagar por un disco duro externo que nunca llenarás.

¿Disco duro externo o memoria Flash?

Si deseas un dispositivo que sea bueno para transferir documentos, fotos u otro tipo de archivos de un dispositivo a otro (de tu Mac a tu iMac), o simplemente deseas ampliar el espacio de almacenamiento de tu Macbook, una buena alternativa sería incluso una buena memoria flash USB, los pinchos de toda la vida.

Si bien puedes encontrar este tipo de memorias con hasta 2 TB de espacio de almacenamiento, son muy caras e innecesariamente grandes para este tipo de uso. Realmente es mejor ahorrarse mucho dinero y comprar algo en la región de 64 a 256 GB. Algunos se pueden obtener hasta por menos de 10€ y con el doble del tamaño por no mucho más. Aquí tienes un par de sugerencias.

Si estás interesado en almacenar mucho más o mantener archivos y carpetas a largo plazo, querrás algo más grande. Una unidad de 1 ó 2 TB debería adaptarse a la mayoría de tus necesidades en un futuro previsible, pero si quieres almacenar cientos de vídeos, o simplemente no quieres quedarte sin espacio, hay unidades externas hoy en día que ofrecen muchos terabytes de espacio. Si la preferencia es la capacidad y la velocidad te da lo mismo, puedes elegir cualquiera de estas opciones.

Velocidad de transferencia

El tamaño no lo es todo cuando se trata de unidades externas de almacenamiento. La velocidad de transferencia también es increíblemente importante, porque si transfieres archivos de un lado a otro a un disco enorme de forma regular, no querrás tener que esperar una eternidad para que la transferencia se complete.

Hay dos factores principales que juegan un papel primordial en la velocidad con la que puede funcionar tu disco duro externo: la tecnología de almacenamiento y el conector que utiliza. Aunque algunas unidades son más rápidas que otras, en general, las unidades de estado sólido (SSD) pueden procesar datos más rápido que los discos duros (HDD). Las unidades SSD externas tienden a ser más caras que sus homólogas de HDD y, a menudo, tienen menos capacidad de almacenamiento.

Aunque tienes SSD con mucha capacidad, te puedes ir a un precio casi prohibitivo si lo comparas con un HDD. Por ejemplo, este es el mismo que el anterior HDD pero en su homólogo en SSD, fíjate la diferencia de precio (y eso que es un ofertón)

En cuanto al conector utilizado para conectar tu unidad de almacenamiento externo, o tu disco duro a tu ordenador de escritorio (iMac o PC), portátil o dispositivo móvil, hay varias opciones comunes a considerar. La mayoría de las unidades de hoy en día usan una interfaz USB, pero hay varias generaciones que tienen algunas diferencias claras, especialmente con la velocidad de transferencia. USB 2.0 es un estándar antiguo y debe evitarse si estás haciendo algo más que realizar transferencias de archivos pequeños con poca frecuencia. USB 3.0 ofrece un aumento sustancial en la velocidad (hasta 5 Gbps), mientras que USB 3.1 (a veces llamado USB 3.1 Gen 2) se está volviendo más común y ofrece velocidades de transferencia de hasta 10 Gbps. Los dispositivos que admiten Thunderbolt 3 ofrecen la conexión más rápida, capaz de transferir archivos a una velocidad de hasta 40 Gbps.

Disco duro externo ¿cuál elegir? Nuestra conclusión

A veces cuando elegimos nuestro Mac, MacBook o iMac optamos por una versión con memoria más reducida que solventas comprando un disco duro externo. La diferencia de precio no suele compensar. Para que te hagas una idea, me acabo de comprar un iMac M1 8N 16Gb con 256Gb de memoria, si quisiera pasar a 512Gb de SSD tendría que haber pagado 230€ más, con una décima parte de esa diferencia de precio tengo más memoria en USB, con una cuarta parte tengo 1Tb en HDD…ya es decisión mía cuál elegir.

En mi caso, uso el iMac básicamente para trabajar, necesito buena RAM (por eso fui a por 16 Gb) pero no necesito tanta memoria para almacenar. Así que decidí ir a por un buen HDD externo para almacenar fotos y algún video que tengo por ahí. También lo uso de copia de seguridad de carpetas de Drive compartidas con las que trabajamos en la empresa.

Por tanto, recomendaría un disco duro externo HDD para las personas que se descargan grandes cantidades de archivos pesados o que necesitas mucho almacenamiento pero tu presupuesto no da para un buen SSD. Y por su parte, recomendaría un buen disco duro SSD para aquellos que necesitan agilidad: edición de video (se nota mogollón), videojuegos, etc. y disponen de un presupuesto mayor.

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